27/8/10

El peligro de distracción

Una mañana fui a la puerta de atrás para llamar a mi hijo de tres años de edad.
Yo había planeado ir con él a la ciudad.
Cuando abrí la puerta y vi, me di cuenta de inmediato que él no fue capaz de salir conmigo.Había jugado en el jardín y se cayó en el barro.
Aún así le llamaban, pero ahora tenía un doble servicio -tenía un objetivo principal - lo llevan a la ciudad, pero también había algo que, dicho sea de paso,
se convirtió en una necesidad:era necesario que él tome una ducha y cambiarse de ropa. Esta nueva demanda, debe añadirse a la primera meta.
Después de limpiarlo y cambiar su ropa,
el niño se involucra profundamente con un jugueteha olvidado el verdadero propósito para el que me había llamado. A él le gustaba que se ha liberado de ese barro,
haber vestido con ropa limpia, pero parecía totalmente indiferente a nuestro objetivo principal
- Ir a la ciudad - tanto que me pidió que permanezca en casa jugando.En ese momento me di cuenta de lo fácil que es para los hijos de Dios
parte de la gracia divina, y recibe la buena dádiva,
entonces, distraerse olvidando por completo de su propósito original. Y hoy muchos se han "olvidado" o "distraídos" el verdadero propósito para el cual fue llamado.
Y algo así como el pequeño, se juega en casa
y olvidar el verdadero propósito de ir a la ciudad