12/10/11

Discernir la voluntad de Dios para nuestras vidas hoy en día!


En la confusión religiosa de nuestros días, con doctrinas conflictivas alrededor de los lados, donde nos desviamos para determinar lo que el Señor realmente quiere de nosotros?
Muchos están cerrados en sí mismos.
Otros buscan la voluntad de Dios consultar a sus sentimientos, intuiciones.
Todavía hay algunos que sumergirse en religiosa "experiencias".
Otras personas y dirigir las "cabezas" del pensamiento religioso de obtener respuestas acerca de la voluntad de Dios para tu vida. Se olvidan de que la enseñanza de los hombres debe ser probada por la palabra de Dios, ya que hay muchos lobos en ovejas.
Algunos se refieren / buscan visionarios con un pseudo-información acerca de la voluntad de Dios para tu vida.
Hay muchos que no se preocupan por la voluntad de Dios para su vida, salir a "hacer el trabajo", para empezar bien, pero su final es trágico, porque confían en sus propios planes, y cuando actuar y pensar de forma independiente, siempre terminan fracasando

La única manera de saber los pensamientos de Dios sobre su voluntad para nuestras vidas es a través de su revelación, su palabra, como Pablo nos advierte y orienta 1Cor.2.10 -16:

 Sin embargo, hablamos sabiduría entre los adultos, pero no la sabiduría de este o era el Poderoso se reducía a la nada.
Por el contrario, hablamos sabiduría de Dios, el misterio que se oculta, la cual Dios predestinó antes de los siglos de los principios para nuestra gloria.
Ninguno de los poderosos y sabios, esto se entiende, se entiende que no habrían crucificado al Señor.
Sin embargo, como está escrito: "Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman", pero Dios nos ha revelado por el Espíritu Santo.
Esta todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre que es el espíritu del hombre que está en él?
Del mismo modo, nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
No hemos recibido el espíritu del mundo, pero el espíritu de Dios, que con sangría las cosas que Dios tiene que dar y ha dado de forma gratuita.
Lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con palabras aprendidas del Espíritu, expresando realidades espirituales a los que son espirituales.
El hombre que no tiene el Espíritu no acepta lo que viene del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
 El hombre espiritual juzga todas las cosas, pero él mismo es juzgado por nadie, ya que ¿quién conoció la mente del Señor que le instruirá? Pero nosotros, pero nosotros tenemos la mente de Cristo.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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