"¿Compraría usted un coche usado a este hombre?
En los Estados Unidos es muy común a esta pregunta, en referencia a la fiabilidad de un conocido o incluso alguien que nunca ha visto antes.
Confiar en alguien que a veces es pura intuición, no siempre tienen pruebas concretas ni suficientes conocimientos sobre la historia de alguien con quien estamos a punto de cerrar un acuerdo, pero tenemos en cuenta lo que él nos da en el contacto personal.
"La mentira tiene patas cortas" es un dicho popular en Brasil.
Una persona deshonesta se encuentra a través de los pequeños detalles, si nos damos cuenta.
Lo obvio es sólo evidente para el ojo preparado. Además, si alguien resulta deshonesto vez traiciona la confianza de los demás y apenas hay una segunda vez con la misma persona.
La eficacia de la mentira ha de corto plazo, mientras que las mejores relaciones y las mejores ofertas son las que crecen en el largo plazo. Este principio es la comunicación interpersonal básica y hace que la comunicación entre empresas, entre empresas y consumidores, entre el gobierno y la gente e incluso entre la iglesia y la comunidad.
El poder basado en la mentira es ilusoria.
El gran Rey David dijo hace más de 3mil años, con gran sabiduría: "Estos confían en carros y otros en la fuerza de los caballos, pero he puesto mi confianza en Dios."
Podríamos traducir este texto, cómo vivir nuestra sociedad hoy en día: "Estos confían en la tecnología, otros en sus conocimientos y se olvidan de Dios."
La confianza en una persona en particular o incluso el conocimiento y la intuición, ha sido la causa de muchos dolores de cabeza en nuestro día a día.
La fiabilidad se ha convertido en una amarga decepción, tanto dentro de la familia, como en el lugar de trabajo, con el gobierno e incluso en las relaciones de la iglesia.
Pero el rey David en la receta un medicamento para su vida victorioso cuando dice: "Desde mi juventud que he depositado toda mi confianza en Dios y estoy seguro que en mi vejez No me va a defraudar."
¡Oh, si muchos padres, los gobernadores y los líderes religiosos conocer esta gran verdad hacia delante y si muchos tuvo el coraje de hacer ese compromiso, a veces lloraba lágrimas amargas de los principales acontecimientos negativos que cada día nos enteramos de en nuestro entorno.
Todo es una cuestión de confianza.
